Que el vacío siempre estará, a el siempre lo voy a extrañar...
Que la gente dirá que soy un llorón, y tal vez así sea, pero no me importa llorar por el, no me importa honrar su memoria con las lágrimas tristes que salen de mis ojos...
¿Qué si lo extraño? Claro que lo extraño, su recuerdo siempre está ahí, en una parte importante de mi corazón...
Que aún después de irse me sigue dando lecciones: "La vida no es fácil hijo, vivela"; "La muerte, nos gusté o no, es parte inpajaritable de la vida"; "Que el recuerdo de alguien grande e inolvidable en tu vida, siempre, siempre, será imborrable"; "Nunca serás mejor que tus padres, si bien los genes y la raza mejora, ellos trazan los primeros pasos de tu camino"...
Que después de casi dos décadas, siendo un viejo de casi su edad cuando me tuvo, aún derrame lágrimas y lo llore como el primer día que lo lloré; que su ausencia me ha marcado, me ha forjado, me ha vuelto quien soy, pero que daría todo, cambiaría todo, sólo por un último beso de despedida...
Que el corazón se me apacharra cuando le veo sonriendo en una foto, y sin embargo al mismo tiempo, esté se llena de nostalgia y alegría cuando recuerdo su sonrisa; esa sonrisa que llenaba el hogar, que hacia que dos niños fueran dueños de su mundo, nuestro mundo; esa sonrisa que nos cobijaba con su gran alegría...
Que ya no me gusta llorar, que no me gustan ni los cementerios, ni los servicios funerarios, lo siento, pero me recuerdan el día más triste de mi vida...
Que me gusta sentirme orgulloso de mi mismo, que me gusta pensar por el e imaginar que tan orgulloso de sentiría de sí hijo mayor, que mi vida la vivo yo, nadie más, pero siempre en constante homenaje a el (a ella también, sólo que ella ha tenido más suerte, está a mi lado, y ha visto el hombre en quien me convertí)...
Que es claro que no soy el hombre, el hijo, el nieto, el sobrino, el tío, el primo, el papá (aún no lo soy, pero lo seré) perfecto; pero soy un bien tipo; y la razón por la que soy un buen tipo es porque lo tuve a el como ejemplo...
Que siempre, siempre, mientras viva, sienta o razone, lo voy a querer y lo voy a extrañar...
¡Te quiero Papá!